Es la práctica sexual que consiste en amarrar, atar o restringir a la pareja con el fin de alcanzar placer sexual; su raíz etimológica se encuentra en el verbo “to bind” que tiene por significado atar, amarrar, unir.
La práctica del bondage consiste en hacer amarres eróticos sobre el cuerpo, ya sea total o parcial. Generalmente se utilizan cuerdas para hacer las ataduras; pero también se utilizan cintas, telas, cadenas, corbatas, correas, esposas, o cualquier objeto y/o material que sirva para atar e inmovilizar a la pareja.
Esta práctica pertenece al BDSM; e implica no solo la parte de las ataduras sino también la Dominación y sumisión, e incluso el Sadismo y Masoquismo. Cabe destacar que no se trata de algo novedoso, pues desde la antigüedad, en Japón, esta técnica sexual estaba reservada a las clases sociales más altas y refinadas.
La persona inmovilizada o sometida disfruta del placer de entregarse sin reservas, y el Dominante disfruta a su vez del poder y entrega otorgado, y se encarga de poner ingenio y sabor al asunto.
Actualmente numerosas parejas llevan a cabo este tipo de práctica en la intimidad y de una forma más simple, ataduras de manos y/o pies con nudos sencillos; con la intención de romper la monotonía de su vida sexual. Un punto importante a la hora de llevar a cabo esta práctica, es generar confianza con la pareja, además que debe existir mutuo acuerdo para la realización de la misma.
Existen límites y aspectos relevantes a tomar en cuenta:
- Hazlo porque así lo deseas, no por complacer a otros; además recuerda que esta práctica no es para realizar con desconocidos.
- Habla extensamente sobre los límites y la seguridad, acuerden que tan rudo o fuerte serán las ataduras, así como una palabra de seguridad; la comunicación es importantísima.
- El material a utilizar para las ataduras no debe ser abrasivo, y atar el cuello está prohibido.
- No es recomendable mantener la misma posición todo el tiempo; así como evitar las posiciones complicadas y suspensiones si no se posee experiencia y preparación.
- Nunca se debe dejar sola a la persona atada, y al terminar la sesión debe ser desatada.
- Tener mucho cuidado al realizar las ataduras, para evitar lesiones en la piel como cortes, abrasiones; lesiones nerviosas y musculares, así como asfixia al realizar ataduras en cuello (NO permitidas), pecho o al colocar mordazas.
- No utilizar nudos corredizos u otro tipo de nudos resbaladizos.
- Se recomienda realizar sesiones de corta duración si la persona atada no está experimentada, o si la posición es incomoda; así como hidratar regularmente a la persona sometida.
[spoiler title=’Seguir leyendo.’] -El material a utilizar para las ataduras no debe ser abrasivo, y atar el cuello está prohibido.
-No es recomendable mantener la misma posición todo el tiempo; así como evitar las posiciones complicadas y suspensiones si no se posee experiencia y preparación.
-Nunca se debe dejar sola a la persona atada, y al terminar la sesión debe ser desatada.
-Tener mucho cuidado al realizar las ataduras, para evitar lesiones en la piel como cortes, abrasiones; lesiones nerviosas y musculares, así como asfixia al realizar ataduras en cuello (NO permitidas), pecho o al colocar mordazas.
-No utilizar nudos corredizos u otro tipo de nudos resbaladizos.
-Se recomienda realizar sesiones de corta duración si la persona atada no está experimentada, o si la posición es incomoda; así como hidratar regularmente a la persona sometida.
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