Masoquismo.

Término que proviene del epónimo de Leopoldo de Sacher Masoch, escritor austriaco del siglo XIX, que presento en sus novelas, personajes afectados de esta “perversión”.

El masoquismo es una conducta asociada a la psicología humana de recibir dolor, humillación, dominación, sufrimiento; aunque gran parte de la definición de esta palabra está ligada al ámbito sexual, también se observan comportamientos masoquistas en otros contextos de la vida.

A nivel sexual, el masoquista siente placer al ser humillado, dominado, flagelado; es una necesidad de sufrir dolor físico y/o moral, que lo conducirá al éxtasis sexual deseado.

Es una práctica común en el BDSM, en la cual el masoquista desempeña el rol pasivo de la relación (sumiso o sumisa); el dominante podrá atar, azotar, humillar, insultar, entre otras cosas; previo mutuo acuerdo, con el fin de provocar la excitación en el masoquista.

El orgasmo se obtiene como recompensa por el aguante y la buena disposición de la persona “castigada”.


[spoiler title=’Seguir leyendo.’ style=’default’ collapse_link=’true’]“Tu fusta será mi penitencia, tus caricias serán mi absolución”.

 

Amos y Mazmorras..[/spoiler]

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