Del vocablo latín Limes, genitivo limitis, que se puede traducir como “borde o frontera”. Un límite es una división, ya sea física o simbólica, que marca una separación; por otra parte, puede ser una restricción o una represión que no siempre resulta negativa.
Un límite dentro del BDSM lo identificamos como aquellas cosas, prácticas y/o situaciones que simplemente NO aceptamos, NO deseamos vivir o que nos hagan. Es aquel punto a partir del cual nos encontraremos en una situación de incomodidad y no disfrute.
El límite es un componente esencial y una herramienta fundamental del BDSM este no solo dice desde donde NO, sino que principalmente dice hasta donde SI. Es la frontera, el borde de uno mismo; hacia el si es todo certeza, terreno conocido, y luego del NO es tierra desconocida.
La mayoría de los practicantes identifican dos límites; Límite absoluto (infranqueable, o duros) y Límite negociable (franqueable o blando), aunque otros incluyen en estos tipos el NO Límite (sin límite).
- Límite absoluto: aquel que bajo ningún concepto estamos dispuestos a traspasar ya que implica alguna práctica con la que no está de acuerdo una parte (o ambas) de los participantes de la sesión. Son aquellos que bajo ninguna circunstancia estamos dispuestos a romper.
- Límite negociable: aquel que sin ser algo completamente restringido, llegado el momento y el caso podría ser levemente franqueado con el objeto de aumentar la tolerancia ha dicho límite; se haría bajo circunstancias excepcionales o específicas, como en un momento de gran excitación o con alguien de mucha confianza. Son aquellas cosas que aunque no las deseamos o no son de nuestro agrado, estaríamos dispuestos a probar.
- NO Límite: no se expone ningún tipo de restricción a las acciones que el Dominante puede llevar a cabo. Generalmente denota gran falta de experiencia o un exceso d literatura. A medida que se adquiere experiencia uno se va dando cuenta de que prácticas le agradan y cuáles no, así como hasta …
Siempre se recomienda establecer claramente los límites de ambas partes antes de empezar una relación seria o de quedar para una sesión, algunas personas realizan una lista (playlist) donde especifican cuales SI, cuales NO y cuales TAL VEZ podrían ser las actividades a realizar.
Comúnmente se piensa que solo la parte sumisa tiene límites, pero la verdad es que todas, absolutamente todas la personas tienen límites; basta con mencionar algunas actividades que tengan que ver con marcas permanentes, sangre, agujas, invasión a la vida privada o juegos con deshechos, para que mágicamente todos recordemos que SI tenemos límites.
También me gustaría destacar que los límites no son inamovibles, estos pueden variar con el tiempo, las circunstancias y la confianza que se adquiera con el Dominante. Esto es normal que ocurra, así como que el umbral de dolor tolerable varíe, e incluso cambiar los limites por curiosidad a probar algo que normalmente no aceptaríamos, recordando que siempre estamos a tiempo de parar si no nos sentimos cómodos.[/spoiler]