¿ACABAR SIEMPRE EN COITO?.

Terminar las relaciones sexuales realizando la penetración es casi una constante en los hábitos de la mayoría de las personas, cuando el coito no deja de ser una forma mas de estimulacion, y no siempre la mas placentera. Para muchas mujeres el momento del coito puede significar la interrupción de su excitación, al menos en dos casos: 

  • Si no ha habido suficiente tiempo de juego previo que les haya permitido excitarse lo suficiente como para desear el coito, y por tanto no existe la suficiente preparación fisiológica ( tumefacción, elevamiento uterino y estrechamiento del interior de la vagina, lubricación, tensión de la musculatura perivaginal…)  como para que el coito pueda resultar agradable.
  • Si habitualmente no consiguen alcanzar el orgasmo a través del coito porque necesitan una estimulacion mas directa del clítoris, cosa que ocurre a aproximadamente el 40% de las mujeres.

Tanto para el hombre como para la mujer, la penetración puede llegar a ser de forma sistemática la clausura de sus relaciones, si se han habituado a que ese sea el final lógico, y en este caso deja de ser una forma mas de estimulacion para convertirse en lo mas importante, que suele asociar al orgasmo. 

Cuando se comparan los hábitos sexuales de las parejas que no tienen problemas con los de las parejas que sufren alguna disfuncion sexual, se ha visto mas frecuentemente asociado a estas ultimas el habito de realizar el coito al final de cada relación siempre, significando ello el fin de la sesión.

En cambio, se asocia a una sexualidad sana considerar el coito de forma relativa, realizando penetración en distintos momentos de la relación, sin que ello se prolongue necesariamente hasta el orgasmo,

[spoiler title=’Leer más’ style=’default’ collapse_link=’true’]prescindiendo de ella de vez en cuando y dando mayor énfasis al disfrute conseguido, con distintas formas de estimulacion, sin que por ello el coito sea menospreciado.

La sobrevaloracion, del coito, al considerarlo como el príncipe de la sexualidad, puede llevar con facilidad al fracaso cuando existen dificultades para realizarlo y se insiste en ello por tener la idea errónea de que es lo normal.

Algunas disfunciones eréctiles que no tienen una causa orgánica son fruto de la ansiedad de penetración, del temor al fracaso a la hora de realizar el coito. Cuando se produce una ausencia de erección de vez en cuando (el 50% de los hombres ha sufrido algún fallo en la erección a lo largo de su vida), lo importante no es tener o no un fallo alguna vez, sino, como en todos los problemas, saber relativizarlo y afrontarlo. Para el hombre que siempre ha conseguido el orgasmo a través del coito, ese fallo puede ser una amenaza para su disfrute sexual y el de su pareja. Así mismo, las mujeres que consideran irregular llegar al orgasmo con estimulacion de clítoris y no consiguen alcanzarlo a través del coito pueden albergar serias dudad sobre su normalidad sexual.

Por ello, no se trata de rescindir del coito, pues es una forma grata de estimulacion, sino que los problemas se crean cuando se lo sobrevolara, considerando que una relación sin el no es una relación sexual, hasta el punto de que muchas parejas afirman no haber tenido relaciones sexuales sino se les aclara que no estamos únicamente hablando de realizar o no la penetración. [/spoiler]

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