¿Cuanto debe durar una relación sexual? La respuesta es lógica y fácil a esta pregunta seria: lo que ambos miembros de la pareja deseen, pero eso ya lo saben. Vamos a plantearlo de otra forma: ¿Cuanto suelen durar las relaciones sexuales? En este caso la respuesta requiere mas matizaciones. Si atendemos a la duración mencionada por la población general, según las encuestas, podemos partir de un minuto de 5 minutos a un máximo de muchas horas, pero la media estaría entre media hora y una hora. Eso es lo mas frecuente.
Si tenemos en cuenta el tiempo dedicado al juego erótico y excitante que precede al coito, vemos que las mujeres tienden a opinar que es mas corto de lo que desearían, mientras que las parejas de esas mismas mujeres lo consideran mas que suficiente, diferencia que pone de nuevo en evidencia la mayor rapidez de excitación del sexo masculino en general, al menos hasta los 50 años, puesto que a partir de esa edad, aproximadamente, ambos se ponen de acuerdo para llevas a cabo una sexualidad mas relajada y lenta. Esto ultimo puede explicarse tanto por 2 factores físicos (a mas edad, menos rapidez en la respuesta), como por factores conyugales (a los 50 años, la mayoría de las parejas han mantenido una estabilidad satisfactoria de sus relaciones ha aprendido que lo mas inteligente es llegar a un entente cordial tanto en la duración como en la frecuencia y forma de las relaciones).
Dado que las mujeres son las que mas fervientemente preconizan la cama a la hora de mantener una relación sexual, es interesante recordar la diferenciación que una de las sexologas de mas reconocido prestigio, Helen S. Kaplan, hace los distintos umbrales orgasmicos de la mujer: el mas alto, según Kaplan, es el de aquellas mujeres que requieren muy poca estimulacion, reaccionando de forma rápida a estímulos incluso imaginados. En el otro extremo, en una gradación teórica que va de 0 a 10, estaría aquella mujer que solo puede alcanzar el orgasmo tras un periodo de excitación que puede llegar a las dos horas, con una estimulacion de clítoris persistente. Lógicamente, este umbral puede variar en una misma mujer, de modo que lo importante es tener en cuenta que la causa de la lentitud en la respuesta no responde inequívocamente a una estimulacion deficiente, sino que la simple prolongación de la relación en muchos casos va a permitir la satisfacción de aquellas mujeres que presentan en numerosas ocasiones un umbral muy bajo.
[spoiler title=’Leer más’ style=’default’ collapse_link=’true’]Finalmente, no podemos dejar de mencionar un mito, al hablar de duración, acerca de l tiempo puede controlarse un hombre realizando el coito antes de eyacular. Si nos atenemos a una de las estadísticas mas conocidas y reconocidas, la de Kinsey, vemos que las tres cuartas partes de los hombres encuestados, aunque intenten aguantar, no consiguen retrasar el orgasmo mas de 2 minutos, ni un alto porcentaje no llega al minuto. ¿Es esta la definición de normalidad? Mejor hablemos de lo mas habitual, puesto que no hay normas de duración tampoco en el coito. En el caso de la mujer a la que le cuesta mucho alcanzar el orgasmo, lo lógico es prolongar la estimulacion del clítoris previa a la penetración, puesto que ya en situación coital, lo mas probable es que por mucho que el hombre pueda esperar, no sera suficiente. En otros casos, sin embargo, el problema radica en el hecho de que por muy rápida que sea la mujer, o por muy excitada que este al iniciar el coito, si la eyaculación de la pareja sobreviene apenas producirse la penetración o en los primeros momentos, le imposibilitaría tener mas tiempo para alcanzar el orgasmo. Aunque no hay un limite para identificar una eyaculacion precoz (puesto que ello viene definido por la capacidad de control de cada persona), si el varón deja a su pareja a las puertas del orgasmo con mucha frecuencia por no poder esperarla, cabria plantearse sino podía ser esta la causa. Pero volvamos a la duración habitual, mencionando aquellos casos frecuentes en que el coito no es la estimulacion final para el orgasmo, sino una forma mas del mismo, que se inicia y se interrumpe varias veces durante el juego sexual, lo cual rompería los modales a la hora de valorar cual seria el tiempo de duración lógico, normal o correcto. [/spoiler]